El Principito.
Principito: Lo que es importante no lo podemos ver. Es como con la flor. Si amas a una flor que está en una estrella, es agradable observar el cielo por la noche, pues todas las estrellas estarán florecidas. Tú mirarás por la noche las estrellas, y como la mía es demasiado pequeña como para que te la enseñe, mi estrella será para ti una de ellas. Es mejor así, pues todas las esterllas serán entonces tus amigas. Te voy hacer además un regalo...
Aviador: ¡Cómo me gusta oírte reír!
Principito: Ese será precisamente mi regalo.
Aviador: ¿Qué quieres decir?
Principito: Para todo el mundo las estrellas están calladas. Pero para ti, porque yo viviré en una de ellas, porque yo reiré en una de ellas, cuando mires al cielo será como si todas las estrellas riesen. Tú tendrás estrellas que saben reír. Y cuando te hallas consolado, te alegrarás de haberme conocido, porque tú también reirás conmigo, aunque la gente que te vea te tome por un loco.
"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya."
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